GILGAMESH (1992)
Ópera lirica en dos actos
(Legendario rey sumerio protagonista
de la primera epopeya de la historia)
“La civilización es la asirio-babilónica y Gilgamesh es un héroe divinizado, mítico rey de Uruk, (Antigua ciudad de Mesopotamia-Sumeria III milenio A.C.) que inspiró uno de los más conocidos poemas de la literatura de aquella civilización: El Enuma Elish (Poema babilónico que narra el origen del mundo) Sobre esta figura se entrelazan una serie de mitos del Olimpo babilónico ligados a la explicación de fenómenos naturales. Es necesario escuchar para comprender la verdadera música”. |
Franco Battiato (Web oficial) |
Gilgamesh es un rey, por dos tercios divino y por un tercio mortal, que se comporta mal y es una persona violenta. Le es enviado Enkidu, (Creado por la Diosa Aruru para vencer a Gilgamesh) y de su encuentro nace una profunda amistad. A través de esta amistad Gilgamesh mejora. "Para mí este mito debe ser visto así: el libre albedrío, que cada persona tiene como don divino, se usa mal. A través del encuentro con Enkidu, Gilgamesh conoce la sumisión y la humildad a la autoridad divina" |
Franco Battiato (Libreto) |
PROLOGO |
En la antigua ciudad de Uruk, en épocas perdidas de la memoria, reinó Gilgamesh: Aquel que todo lo vislumbra. El héroe al que los misterios le fueron manifestados. Extrae la tablilla de lapislázuli y léela, la historia de este hombre que padeció sufrimiento de todo género. Buscó la vida eterna, alcanzó a Utnapishtim (Sabio al que recurrió para encontrar la inmortalidad) “El Lejano”, y la completa sabiduría. Por dos tercios divino y por un tercio mortal, como sol poderoso, invencible, reinaba en Uruk, ciudad de las murallas bien firmes, y dominaba tirano a sus súbditos contrariando a los Dioses. Y los dioses acordaron darle un adversario, igual en fuerza y belleza: en la tierra arrojaron una gota de firmamento... y he aquí que surgió Enkidu, hijo del silencio, saeta de Ninurta, (Señor de la tierra, dios de Nippur) ignorante de las cosas humanas. Enkidu, hecho humano por el abrazo de una mujer (una sacerdotisa del templo de Ishtar), hacia Uruk se encamina para desafiar a Gilgamesh que adivina en el sueño los movimientos y las intenciones. El encuentro es un choque de astros tremendo, y tiemblan los muros y saltan los marcos de las puertas al impacto de los cuerpos aferrados a la lucha. Por fin Enkidu se somete y Gilgamesh victorioso le tiende un abrazo, sello de eterna amistad. Terrible prueba les espera ahora a los dos amigos: en el remoto bosque, laberinto bordado de cedros, donde el viaje se hace a paso de danza, está Khumbaba potencia del mal, terror de los humanos. |
“Tiembla la tierra y se estremece ignorante de la suerte del combate… y oscuridad y luz a la vez” |
Angelo Arioli |