TELESIO (2011)
La Obra se compone de dos actos,
más un epílogo.
La Obra se compone de dos actos,
más un epílogo.
SEGUNDO ACTO |
- Primera escena |
Telesio pasea por la amada plaza. Es pronto, por la mañana. Mas ya la gente va al trabajo o vaga de aquí para allá callejeando. Burgueses, campesinos, artesanos, etc. |
“Herético, hijo del diablo” (susurran al verlo los burgueses que se reconocen por sus vestidos largos, por sus sombreros de cono, etc.) Alguien se aproxima amenazador. |
Telesio se gira tranquilo dirigiéndose a la pequeña muchedumbre que mientras tanto va aumentando. |
Telesio (Con mucha ironía) No habría creído nunca que errores que no fueron vistos ni siquiera en Roma, fueran vistos en Cosenza. No sólo eso, sino que ya en la primera edición de mi trabajo se hubieran encontrado gravísimos errores contra la religión católica. Para los cosentinos, por lo tanto, habría sostenido que el alma es mortal y habría negado que el Cielo fuese movido por la Inteligencia. El hecho de que mi trabajo haya sido aprobado por numerosos teólogos no afecta mínimamente las certezas de mis tan doctos cosentinos. Pero,de que me ocupo yo en ella? En mi trabajo no se trata de otra cosa que de los primeros cuerpos y de los principios, es decir, el Calor, el Frío, lo Húmedo y lo Seco. Del alma no se dicen más que poquísimas cosas, solamente aquellas que conciernen al alma sensitiva y al alma motriz. Excluyo taxativamente que lo que yo he dicho sea contrario a las religiones. En las Sagradas Escrituras en efecto no está para nada escrito que el Cielo sea movido por inteligencias (cosa que dice Aristóteles a lo cual yo me opongo). Sólo envidia y maldad, y añado ignorancia, están en la base de estas acusaciones. Yo por mi cuenta soy de religión católico. Pero como filósofo soy sólo filósofo! Y ahora, mis queridos conciudadanos tenéis mis saludos y que vayan bien vuestros asuntos. |
Con calma y dignidad Telesio reprende su paseo. En la plaza desciende un silencio de tumba. |
- Segunda escena |
(Habitación de Telesio) Telesio recuerda un amor juvenil romano. |
Recordaba tus ojos anoche. Allí oscilaba la primavera, todo el bien que había en torno en ti. Tu alma acogí, tendida, para reposar sobre blandas almohadas caladas de sedas de mágicos países. La mirada allí encontró lo que buscaba. Suspendidos en torno a ti habían ángeles. |
- Tercera escena |
Coro |
A nuevos manantiales alcanza tu placer. Mirar el cielo en cada momento. Abandonar las tortuosas tradiciones. Pasar la noche sobre la hierba, meditando con metódica precisión. O a mirar el esmalte de una porcelana por un día entero. Como un chino del Imperio. |
- Cuarta escena |
Telesio (Aún es su habitación) Por qué me asalta este recuerdo? Es más, para que recordar? Cosa indigna que me envía manos y pies al pasado que yo detesto. Pero debo estar de acuerdo, hay recuerdos tan seductores...! A menudo recuerdo aquella bella niña romana, con la cual tuve una relación tan fugaz que permanece solo una humareda… Fue ella quizás quien me inspiró el De fulmine (Del rayo) (Obra escrita por el sobre los rayos) |
- Quinta escena |
Amigos cosentinos de Telesio hablan entre ellos de él |
Primer amigo Telesio, para decirlo de modo jurídico, tiene un contrato solo con la verdad. Es como si le dijera a ella: "Mi amiga o enemiga, juro pensar solo en ti, de llegar a las profundidades mas abismales para llegar a ti, de escalar cumbres, vagar también por los bosques o donde sea, ladrar como un perro, con tal de llegar a ti. |
Segundo amigo Que un hombre deba compartir como hombre lo que dice como filósofo, es pedir demasiado poco. Es hacer del filósofo un hombrecito como quien se lo está pidiendo: estar atento a la corriente de aire y temer a los resfriados. Mientras en calidad de filósofo él encarna una parte temeraria y vive mil aventuras. En Telesio la Naturaleza habita en su Cuerpo, en sus intestinos, en los testículos, en su esperma, en sus nervios, en su bomba cardiaca… |
- Sexta escena |
Coro Los esplendidos rumores de las calles, la imprevista magia… Se sienten sonidos y chisporroteos de voces, gritos y saltos de alegría. Todo es seguro. |
- Séptima escena |
Telesio Me pongo el sambenito y me confieso. Al Tribunal de mi alma, al Santo Tribunal, a la inquisición del alma mía. Exteriorizo mis pecados: confieso he adorado, he fornicado con la Naturaleza en el modo peor, es decir con amor. |
- Octava escena |
La naturaleza de las cosas y la semejanza y desemejanza entre sí no deben ser aceptadas, y de acuerdo con el primer tipo de calor para ser un paraíso. Tierra y cielo contra todo lo contrario a lo estacionario siempre continuado. (Latín) |
FIN DEL SEGUNDO ACTO |
EPÍLOGO El entierro tuvo lugar, bajado en su nicho funerario - En la tumba histórico - filosófica - bien poco quedó de Telesio. El espíritu de la música esta noche lo acoge. |
Libreto: Manlio Sgalambro |