GILGAMESH (1992) Ópera lirica en dos actos |
1- Obertura 2- Piano 3- El rey de Uruk 4- Ballet 5- Época feliz 6- Enkidu muere 7- Romanza 8- Primer viaje 9- Segundo viaje 10- Tercer viaje 11- Cuarto viaje 12- Siduri 13- Aguas letales 14- El Diluvio 15- Liberar una paloma 16- Danza en la Corte 17- Danza en la Corte 18- Muerte de Gilgamesh 19- Padre nuestro 20- Siete Sufís 21- Solo 22- Preparación a la Danza 23- Danza Sacra 24- Exultet (Pregón Pascual) |
I ACTO |
Utnapishtim y esposa de Utnapishtim El rey de Uruk desafía las fuerzas oscuras del bosque al lado de Enkidu. |
Pueblo de Uruk Tiembla la Tierra y se estremece ignorante de la suerte del combate y oscuridad y luz a la vez. Gilgamesh! Enkidu! Khumbaba! |
Utnapishtim, esposa de Utnapishtim y el pueblo de Uruk Era feliz Gilgamesh en aquella vida, en aquel tiempo, que a contemplarlo él se paraba. |
Pueblo Enkidu muere; llamad a Gilgamesh! |
Voz recitante Cuando aparecieron las primeras luces del alba, Gilgamesh lanzó un grito que se expandió sobre toda la tierra. Desesperado, dijo, “Te haré descansar sobre un lecho preparado con amoroso cuidado; los príncipes de la tierra te besarán los pies, y yo mismo descuidaré mi aspecto y vagaré en campo abierto. La tristeza ha entrado en lo más profundo de mí ser y, sólo ahora, descubro tener miedo a la Muerte!” |
Esposa de Utnapishtim Gilgamesh, deja tu cuerpo inmóvil, viajarás sobre el sonido en busca de Utnapishtim, el hombre inmortal. |
Siduri (Diosa que vive en los jardines de los dioses en la ribera del mar) Tal vez este hombre es un asesino; cómo se atreve a entrar en el jardín de los dioses? (Mientras tanto, Gilgamesh se acerca) Gilgamesh!.. estás irreconocible. Cómo están de demacradas tus mejillas; como está de infeliz tu corazón!... Exhausto y lleno de dolor tu aspecto. El destino de los mortales que ha alcanzado Enkidu (el amigo amado y llorado durante seis días y siete noches), no logras entender. Tu meta: encontrar a Utnapishtim (el único hombre que ha conquistado la eternidad), es ardua, difícil. Nadie desde tiempos inmemorables ha logrado atravesar "las aguas letales." (Pausa) Te quiero ayudar. Allá abajo está Urshanabi "el barquero de Utnapishtim." Qué los otros dioses te protejan. (Gilgamesh desaparece y Siduri sale con todo el jardín del bastidor) Cámbiate la ropa y pule tu apariencia…en estas condiciones no conseguirías nunca entrar en el "Reino del Lejano." |
Pueblo Gloria eterna... dales el descanso eterno. (Latín) |
Utnapishtim Deja que te revele una cosa bien guardada, cuando los dioses en consejo decidieron el Diluvio. |
Esposa de Utnapishtim Allí estaba Anu, (Dios del cielo) su padre, Enlil, el guerrero, (Dios de las tempestades) Ninurta, (Señor de la tierra) Ennugi (Dios de los canales y fosos) y el clarividente Ea (Señor de la Sabiduría). |
Utnapishtim Ea me dijo: construirás una barca, anchura y largura estarán en armonía. Cúbrela con un techo como el Apsu (el abismo), divídela en siete, cárgala de amigos y parientes, de animales, de artesanos. Dos tercios tendrán que emerger del agua… |
Pueblo Aleluya Padre Nuestro (Latín) |
Utnapishtim (voz recitante) La tormenta era terrible de contemplar. Los mismos dioses, arrepentidos, tuvieron miedo de aquel furioso diluvio; y se acurrucaron como perros. Por seis días y seis noches soplo el viento. La inundación sumergió la Tierra. El séptimo día el diluvio cesó. Miré el tiempo. Reinaba el silencio. Me incliné y lloré. |
Mujeres Liberar una paloma, pero volvió atrás. |
Hombres Utnapishtim dijo: y de nuevo un cuervo. |
Mujeres Sacar fuera a la golondrina: no regreso. |
Hombres Sacar fuera a la golondrina y no regreso. |
Pueblo Gilgamesh! Gilgamesh! Mirar a nuestro rey. Está muerto o duerme? |
II ACTO |
Verano 1240 en Sicilia. Encuentro de siete sufis. |
Barítono Padre |
Barítono y mezzosoprano nuestro |
Barítono que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. |
Mezzosoprano venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, así en el cielo como en la |
Mezzosoprano y barítono tierra. |
Coro Danos hoy nuestro pan de cada día |
Mezzosoprano y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no |
Coro nos dejes caer en la tentación |
Barítono mas líbranos de mal. |
Todos Amén. (Latín) |
El maestro "A juzgar por la apariencia, la rama es el origen del fruto; pero en realidad, la rama ha venido a la existencia por medio del fruto. Si no hubiera habido un deseo y una esperanza por el fruto, cómo habría podido el jardinero plantar la raíz del árbol? He aquí porque en realidad del fruto ha nacido el árbol” Rumî (Poeta místico) Os escucho. |
Un hombre Durante mi viaje en busca del milagroso, llegué a una zona del norte de África, donde existe el monasterio sin puertas de las murallas altas, como la antigua Uruk. Para entrar, necesitas aguardar a que alguien decida bajar hacia abajo una cuerda con una cesta colgada; cosa que podría no ocurrir. Esperé en vano durante dos días, más a la noche siguiente me apareció en sueños un ser transparente, una pura vibración de luz. "Cuando hayas trascendido la condición del hombre, me dijo, serás conducido a una tierra dulcísima que no se puede ni imaginar ni representar: Su naturaleza es de expandir el alma en la alegría. Y en este firmamento, aquello que es joven no se convierte en viejo, aquello que es nuevo no se convierte en antiguo, no se corrompe ninguna cosa ni se daña, nada muere, ninguna persona despierta se duerme, porque el sueño está hecho para el descanso y para desechar el dolor... y en este lugar no hay sufrimiento ni condena” Rumî |
Una mujer "Yo ya fui un tiempo joven y niña y también planta y pájaro y mudo pez que salta fuera del mar”. Empédocles (Filosofo griego) En Murcia, donde viví durante siete años, tuve como maestro a Ibn Arabi, a Él paz y gloria. "El mundo está hecho de sustancias groseras y de sustancias sutiles. Y hace de velo en sí mismo, de modo que no puede ver a Dios, precisamente porque se muestra. Dios permanece siempre desconocido, así en la intuición como en la contemplación, ya que lo efímero no tiene dominio sobre lo eterno” Ibn Arabi (Místico sufí, andalusí) "No es posible acercar la divinidad sin que tenga acceso a nuestros ojos. No está dotada de cabeza humana sobre miembros, ni de pies, ni de agiles rodillas, ni de vergüenzas peludas, más es Intelecto sagrado e inefable, que con rápidos pensamientos por el Universo entero se extiende" Empédocles |
El maestro Justo. |
Otro hombre En los últimos tiempos, me he dedicado con asiduidad al ejercicio que usted nos asignó el verano pasado. He preparado una pieza que he llamado, parafraseando el libro de Abul Quasim, (Medico y científico andalusí) "Luces sobre la ciencia de los sonidos y sobre los recorridos internos de la voz." He delimitado la búsqueda a la única zona del sentimiento, experimentando que el punto que golpea con una nota en el interior, resuena exactamente en el mismo punto en el exterior de quien escucha. |
Un extranjero Yo creo ver, de día, las microscópicas partículas que componen el aire. |
El maestro Y la noche? |
Coro Dios nuestro. Realmente es justo y necesario aclamar con nuestras voces y con todo el afecto del corazón a Dios invisible, Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo, |
Barítono aclamar con nuestras voces y con todo el afecto del corazón. |
Coro Que por nosotros. |
Voz Exulten por fin los coros de los ángeles exulten las jerarquías del cielo, y por la victoria de rey tan poderoso que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,se sienta libre de la tiniebla, que cubría el orbe entero. |
Mezzosoprano, barítono y voz Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. |
Mezzosoprano Alégrese también nuestra madre la Iglesia, revestida de luz tan brillante; esuene este templo con las aclamaciones del pueblo. |
Voz Por eso, queridos hermanos, que asistís a la admirable claridad de esta luz santa, invocad conmigo la misericordia de Dios omnipotente. |
Mezzosoprano y barítono Invocad la misericordia. |
Coro El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu. |
Mezzosoprano y barítono Esta es la noche en que sacaste de Egipto, a los israelitas, nuestros padres. |
Coro Te rogamos señor. |
Voz aclamar con nuestras voces y con todo el afecto del corazón. |
Coro Que por nosotros. |
Todos Exulten por fin los coros de los ángeles exulten las jerarquías del cielo, y por la victoria de rey tan poderoso que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla, que cubría el orbe entero. (Latín) |
Libreto y Música: Franco Battiato Mezzosoprano: Akemi Sakamoto Barítono: Giorgio Cebrian Voz: Franco Battiato y Juri Camisasca Voz recitante: Monica Fiorentini y Saro Cosentino |