Tráeme la luz
 
Viento, tú que has recorrido los suburbios
y diste de beber a las colinas sedientas,
tráeme oscuras nubes
para que yo pueda llenarlas de agua,
con mis lágrimas.
 
Barrios hacia los que se encamina la desgracia
como lobos que se encaminan a la selva.
Allí, donde he acompañado al león  al agua,
donde visité guaridas de gacelas.
Detrás de ti, oh mar,
hay escondido un paraíso 
donde hay alegría sin miseria alguna.
Si de día pienso en conquistarlo,
de noche tu me lo deniegas.
 
He cedido a los deseos que el mar
me ha prohibido encontrar.
 
Y haré de la media luna una barca
para abrazar el ardor de aquel fuego.
Y haré de la media luna una barca
para abrazar el ardor de aquel fuego.
 
Oh tú Aurora, tráeme la luz.
Tú Aurora, tráeme la luz. 
 
La Mente, poderoso estupefaciente.
Un tesoro que complace el deseo.
Un estuche con todas las cosas posibles.  
(Texto del poeta árabe-siciliano Ibn Hamdis)
(Música: F.Battiato-Nabil Salameh)
 
ÁBRETE SÉSAMO - 2012