Ábrete sésamo  
   
Ábrete Sésamo, ábrete Sésamo, abrete Sésamo.  
   
Sonreía Sherezade
y sus dientes,
como filas de perlas,
como blanco granizo,
como flores
centelleaban al sol
por la grandeza de Alá
y en su boca
las más bellas fábulas
cobraban vida para el Rey.
 
   
Comenzó, así,
la bella a relatar
de Ali Babá
y los 40 ladrones.
 
   
Ábrete Sésamo, ábrete Sésamo, ábrete Sésamo.  
   
Ali había seguido a escondidas,
como una sombra,
a una banda de ladrones.
Caminaban por el bosque en fila india.
Llegaron a la entrada de una gran caverna
escondida entre arbustos
cuando su jefe,  imperioso, ordenó:
“Sésamo, ábrete”.
La roca giró sobre su eje
y, como una puerta, se abrió.
 
   
Monedas de oro,
piedras preciosas,
sables centelleantes
y alfombras de Bujará.  (Uzbekistán)
Orzas (Vasijas) de vino preciado,
vasos llenos de luces lunares
que iluminaban todo
para el placer de los ojos.
 
   
Cuando los ladrones huyeron al galope
y ya estaban muy lejos,
Ali Babá se armó de valor
y palpitaba su corazón
como mil caballos.
Asustado y temblando
repitió la fórmula mágica:  “Sésamo, ábrete”.
La roca giro sobre su eje
y, como una puerta, se abrió.
 
   
En tal punto, ya de día,
Sherezade
se detuvo
y el cuento se acabó.       
 
   
(F. Battiato-Sgalambro-F.Battiato)  
(Contiene dos temas de “Shéhérazade” de N. Rimsky Korsakov)  
   
ÁBRETE SÉSAMO - 2012