Un irresistible reclamo |
Era magnifico aquel tiempo, que hermoso era, cuando estábamos unidos, perfectamente, al lugar y las personas que habíamos elegido antes de nacer. |
Tu corazón es como una piedra cubierta de musgo, nada la corrompe, y tu cuerpo es columna de fuego que siempre arde y hace que arda. |
Y mis brazos se han rendido fácilmente y tus huesos no sienten el dolor. Los minerales de los que estamos compuestos vuelven, retornan al agua. |
Sonido de campanas, lejano, irresistible. El reclamo que invita a la plegaria de la tarde. Gentil es el espejo. Miro y veo que mi alma tiene un rostro. Te saludo, divinidad de mi tierra. El reclamo me invita. (Incluye dos citas de Sta. Teresa de Ávila) (F.Battiato-Sgalambro-F.Battiato) |
ÁBRETE SÉSAMO 2012 |