IL CAVALIERE DELL'INTELLETTO (1995)
(El Caballero del Intelecto)

Opera  en 2 actos para actores, solos, coros y
orquesta.
 
ACTO II
 
08- El Poeta
 
El   Hohenstaufen  (Dinastía  reyes   alemanes)  de  los
poetas,el beatísimo Goethe sostiene, palabra mía, 
lo que sigue (más o menos).
"A   decir  verdad,  no   hay  en  poesía  personajes  
históricos, pero cuando el poeta quiere  representar  
el  mundo  que  ha  concebido,  hace  el   honor  a 
ciertos individuos que encuentra en la historia, de
coger sus nombres para aplicarlos a las figuras por
él creadas".
En   los  siguientes  gemidos,  que   el   poeta  ante 
usted, un Gringoire (Poeta), para servirle,un mendigo
cualquiera, os  rechaza, el  nombre de Federico es
inventado, todo lo demás es cierto.
O es al contrario?
 
(Las últimas  palabras  se  dicen cuando está casi
fuera de escena)
 
Coro
Razones  metafísicas  me  obligan  a contrastar la
afinidad.
 
Soprano
Extrañeza
Relaciones fugaces
 
Bajo
Razones sociales me obligan
 
Soprano
al amor
 
Bajo
a la humanidad
 
Soprano y bajo
Razones  abismales  me  obligan  a  imponer  la
verdad
 
Coro
Razones  sociales  me obligan
al amor,  a la humanidad.
Razones abismales me obligan.
 
(Tramo  en  el  puerto  de  Palermo.  Siglo XII.  Un
pequeño   rincón,   lo   suficiente   para  cualquier
marinero  venido  un día de  Francia para salir de
esta)
 
09- Serenata Siciliana
 
Soprano
Días sicilianos
Deseos por el sol
Florecimientos sicilianos   
Que pretenden también el mar
Y tu, mi bella.
 
Cuentos, ninfas, recuerdos
Los esplendidos cabellos,
el beso, la mordedura        
de mis dientes en su     
carne de mi carne.
 
Bajo
Yo, tu eterno, mi sueño
Mi duna, mi noche
 
Soprano y bajo
Adormecido por tu perfume
 
Bajo
Sofocado de calores
 
Soprano y bajo
… los dulces abrazos…
O costas sicilianas.
 
Soprano
Inamovible isla, Dios
 
Bajo
Todo arde en el fervor
 
Soprano
Cuento de hadas
 
Bajo
Sicilia
 
Soprano y bajo
Un marinero del siglo XII
 
Bajo
(O del siglo XX?)
 
Soprano y bajo
Entre oscuras esperanzas sueño contigo (Francés)
 
10- La danza de los halcones
 
Voz de Federico  (fuera de escena)
Saxo  Yalla… quf… khatt  bajna-s-sama  wa-l-ard.
Sahm Muhandis al Muhandisi. Rayo... Geómetra 
de  geometrías…  línea entre cielo y tierra.
 
(Cualquiera   de   los  dos,  mientras  Federico  y
Ibn Sab’yn se acercan)
 
Uno
Mirad esos dos, es  un día que hablan andando
adelante y atrás, qué locura hablar!
 
Otro
Son el Rey y Ibn Sab’yn, un filósofo…
 
Uno
Sus  discursos   me  dan  escalofríos, te  le  digo.
Cuando  hablan  rey  y  filósofo  ocurre  siempre
alguna  desgracia.  Los  signos  del  cielo  no  me
gustan.   Un  cometa,   y   un   rey  está  acabado.
Sin embargo, para  un  pobre  diablo las estrellas
no se molestan ciertamente...    
 
Otro
Pero aquí no nos  puede ocurrir nada, compadre.
Esto  es  teatro. Nosotros estamos seguros  en la
ficción. Protegidos por la misma fantasía que nos
ha puesto aquí arriba.
 
(Lejana voz de muecín)  (Llamada a la oración)
 
Ibn Sab’yn
Dios es todo, Federico, unirse a Él es el fin, todos
tus actos, al contrario, son golpes de espada que
das a tus vínculos con Dios.
 
Federico
En  la respuesta que has dado a mi pregunta has
sido  más  preciso. Has dicho:  “El  único  ser  que 
existe  en  realidad  siendo  Dios,  el hombre,  ser
limitado, llegando, perecerá "...   
 
Ibn Sab’yn
Ahora bien?…
 
Federico
Tú sabes  que el silogismo  (razonamiento deductivo)
es  para  mí como  una  caricia  para  el  intelecto, 
pero  terrible  es  su  fuerza.   Aquello  que  tú  no 
querrías   ni   siquiera   rozar,   este   te  obliga   a
pensarlo con la potencia de mil  caballos.  No  yo, 
así    pues,   el    silogismo    me   empuja   a   esto
(interrumpiéndose. Como divagando)...
Tú sabes lo que dicen, que hice una visita al Viejo
de  la  Montaña,  al  Jefe  de  los  Assassini….
(Rama    de    la    secta    religiosa   chií-ismaelita   de   los
musulmanes en  Oriente Medio).
  

(Retoma  el  discurso  que  había   iniciado).
Lo que me has contestado, Ibn Sab'yn, no me ha 
dejado   en   paz   un   momento…  La fuerza  del
razonamiento,   despiadada   como  uno  de  mis
verdugos,  ha  llegado  en  un  relámpago  a  esta 
conclusión,  escucha:  El   asesinato,   cuya huella
metafísica      debe     seguirse     con    tenacidad, 
representa   en   su   llave  ultra-secreta,  el modo  
en  como  todos   morimos . El  hecho  de  que se 
distingan los  asesinos de las víctimas  no es más
que   un   tributo  pagado  a  las  apariencias.  Un
tributo para  jueces y abogados. El asesinato esta
ciertamente  en  el  mismo  Principio,  Ibn  Sab'yn. 
En  la  matriz  de todas las cosas, como has dicho
tú mismo, está en acecho su aniquilamiento...y el
tuyo y el mío... 
 
Ibn Sab’yn
(Su voz es dulce, acariciadora) 
Que quieres decir niño…
 
Federico
Qué  cada  muerte  es  un enlace a un delito. En
otras   palabras,   todos   morimos    asesinados.   
(Se  para.  Distraído.  Luego:)
Dios es la misma muerte.
 
Una voz de sacerdote de “oficio”, una voz de misa,
ahora   más  alta,   ahora  más  baja,  ahora  clara,
ahora apenas una queja, murmura:
 
 “…que tan ignominioso, que tan a tener en cuenta, 
nosotros  afirmamos  la lealtad a la Iglesia Católica,
al ser testigos supremos jueces,  en  todos  y  cada
uno,  de  acuerdo  con  los  artículos  de  la   Iglesia    
Universal,  disciplina  y  aprobación  por   la  Iglesia
de  Roma   y  un  símbolo   de  la  fuerza,  nosotros   
profesamos, simplemente”.
(Carta    de    Federico   dirigida    en  el  1246   a   los
sacerdotes,  a  los nobles  y  al  pueblo de  Inglaterra, 
después  de su condena  y deposición  pronunciadas   
en   presencia   y   por  obra   de  Inocencio  IV  en  el
Concilio de Lyon).
 
(Entre  tanto  Ibn Sab’yn  responde a  Federico, su
voz es un susurro. A los límites  del silencio, como
todas las cosas dignas)
 
Ibn Sab’yn
Yo te he injuriado y despreciado en mis respuestas,
Federico.  Pero   ahora  necesitas   de   mi   dulzura. 
Quiero acariciar tu intelecto, Federico, con  ternura 
de  mujer… Dios  no  es la muerte, pero  la  muerte 
es  Dios.  Muriendo nos fundimos en El como en el
abrazo  de nuestra  mujer en las noches  de deseo.
 
Una voz
(Sin   entonaciones   particulares , como  si  leyera,
extraña):  
  
El   28   de  Shawwal   del  año  668   de  la  Hégira 
(1271  DC)  a  la  edad de cincuenta  y  cinco  años 
Ibn Sab'yn  se  suicidó cortándose las  venas  para 
regresar  lo  más  pronto  posible al seno de  Dios.
El  propósito  de los  propósitos de  la  teología, él
había dicho, es la unión entera con Dios. El medio 
más   veloz   para   llegar   es  la   resignación  y  la 
admisión  de  la impotencia  de  nuestro  intelecto.
Pero luego le aparecieron el recuerdo de la discusión
con  Federico y la Verdad.
El  único ser  que  existe  en  realidad   es  Dios,  el
hombre apenas llega muere. Ibn Sab'yn  esta  vez, 
para    llegar   más   velozmente,   señaló   la   otra  
conclusión   y  aceleró la muerte.
 
Constanza
Las  cárceles  de  Sicilia  y  Apulia  están  llenas  de
prisioneros. 
Federico para no sentir los lamentos los hará matar.             
 
Federico
Hay algo en el lamento que hace que se niegue  la 
naturaleza del  lenguaje.  Es como si ello no  fuera 
de  aquí  o  de allá.
En  cualquier  caso, en una zona inhóspita,  donde  
no querríamos nunca meter un pie. Si se interviene,
se  interviene para  hacerlo  callar. No por la pena.
Es  como si  más allá  del sufrimiento hubiera algo
peor. El lamento supera el umbral del sufrimiento
educado  y  civil  (hay  en  efecto  un  lamento  que
obedece  a  las  buenas  maneras)  y  nos  conduce 
en una zona en que el sufrimiento es desenfrenado 
y  salvaje.  El lamento penetra por un momento en
esta  zona  sin  defensas, donde  el  sufrimiento es
puro  y   toca  la  carne  viva.  Frente  a  los  que  se 
lamentan  estamos  dispuestos  realmente  a  todo
para   hacerlos   callar.   A  taparles   la  boca  hasta 
hacerlos morir.
(Sale)
 
Constanza
Le escuche decir una vez: “Hábil de cuchillo debe
ser un rey como hábil de pico un halcón”.  
 
Michele Scoto
Tú   sabes   cómo  con  el   arte   de  la  halconería, 
Federico  quiere  conocer la naturaleza y penetrar
los  secretos, penetrando  los secretos del halcón.
Pero te has preguntado nunca quién es el halcón? 
Te  has preguntado  nunca  si   no  es  él   mismo?
El modo como cae sobre la presa, sea una verdad
o  un  enemigo  mortal,  no  lo  reconoces?  No  es
igual  al modo del halcón?   
 
(Se  encaminan  tras  los  bastidores  mientras  se
desarrolla el diálogo.
En  el  ínterin  Federico  hojea el  Liber Augustalis)

(Libro  Augusto)  (Leyes  promulgadas  por  Federico  para 
regular normas de la vida en común)
 
Federico
El   nacer   y   el  morir   son   los   dos   momentos 
únicamente reales.El resto es sueño interrumpido
por algún insignificante destello de vigilia. Todo lo
que he hecho?  Vacíos gestos,  cáscaras  sin pulpa.
Actué?   Me  agité,  más  bien.  Solo lo que  dije era
eterno. Sólo la palabra permanece. Qué  queda de 
mi   imperio  sino la palabra   de  que   fue  hecho?  
Eterna  esencia  del  teatro!  El devora  distancias y
une   las   cosas   más   lejanas   y  para  individuos
cerrados y excluidos en sí mismos, de acontecimientos
dispersos  y sin conexión, sino lo que place a Dios, 
hace  una  farsa  o  una  larga  queja,  en honor de
quien después no  se  sabe. Sobre  la  escena   del  
mundo  aparecemos  y  desaparecemos,  como  la
menstruación de las jóvenes o como en este teatro
y todos quieren saber por qué.  Cuando la ciencia,
en honor a la verdad, nos  enseña  que  él  es  sólo 
un balbuceo de niños. Pero que une  a un cordero 
degollado,el rostro de mi mujer,mis dos maestros, 
mi   galgo,   la  mierda  de  mis  caballos  y  el  aquí
presente? Qué cosa  de esta enorme  acumulación
hace un pulido  espejo  en   que  se  puede reflejar 
hasta   una   sonrisa?   Que   mantiene   juntos,  en  
resumen,  este  lío?  Que  tiene  unido,  espero con 
benévolos  lazos,  lo  que  sobre esta  escena se ha
ido   desarrollando   (si  realmente  alguna cosa  se 
ha desarrollado)?   La  mirada.  La mirada  de  Dios 
o  de un enano basta para  que  haya  espectáculo. 
Y  por  los  dioses,  sólo  espectáculo   es  la  Tierra, 
y  el cosmos, y yo y los otros y esta escena...
 
11- El acercamiento a la muerte
 
Federico
Quiero  acercarme  a  la  muerte  como  a  mi  vino. 
Y  gustarla... fui  enemigo  a  ambos,  a  Dios  y a la 
muerte.  Ellos  son  Uno  y  una  fue  mi enemistad.
Extendí  un  imperio  para  extenderme  yo  mismo. 
Para  no  ofrecer  a la muerte un pequeño  destino.
Mi imperio era mi cuerpo. Sí,para conseguir a Dios 
y a la muerte, yo he creado un imperio. También a
Dios le es difícil  destruir un imperio. ¡Qué extraño
pero! En el acto de morir desaparecen los confines.
El  imperio que buscaba,  el imperio  sin límites, es
Dios, entonces?
 
Voz
Me sumerjo con deleite
en el feliz mar de la mortalidad.
En la ausencia perfecta.
 
Soprano y coro
Quiero morir enteramente
ningún resto que no se funda
en el profundo abismo de la Nada.
 
Coro
Que la Nada lo acoja.
 
Bajo
Animado en Dios, dominará como Él
a través de Él,
de nuevo emperador será del mundo.
 
Coro
Floreció una vez –   
Todas las flores cubiertas –
Floreció en aquel tiempo. (Latín) 
 
FIN
 
Música:      Franco Battiato
Libreto     Manlio Sgalambro
 
Voz           Franco Battiato
Soprano:   Cristina Barbieri
Bajo:           Stefano Rinaldi